La segundas partes nunca fueron buenas

La segundas partes nunca fueron buenas

martes, 25 de octubre de 2011

no te necesité, hasta que te necesité.

Las costumbres nos amarran, los sentimientos nos enloquecen y la necesidad es principal. 

Nunca te necesité conmigo, no necesitaba que me mirases para sentir que te importaba, no necesitaba poder cruzarme contigo para sentirme mejor, no necesitaba mirarte para saber que nunca te iba a querer, no necesitaba ofrecerte golosinas para tener complicidad contigo, no necesitaba que me acompañases a ningún lado, ya que para eso no necesitaba a nadie. No necesitaba que me contaras todo sobre ti, no necesitaba que confiaras en mi, no necesitaba que me metieras en tu vida y menos que te metieras en la mía, no necesitaba que me abrazaras por primera vez, no necesitaba que saliésemos juntos, tampoco necesitaba que me besaras, ni mucho menos que en los días siguientes me dijeses de verte, no necesitaba que hiciésemos dos meses juntos, no necesitaba que me metieras en tu familia, no necesitaba que te metieras en la mía. Nunca necesité tenerte metido en mi cama, ni tampoco esperar cada noche después de verte para poder hablar contigo, no necesitaba que me dijeses el primer te amo, no necesitaba creérmelo no necesitaba amarte como a nadie, no necesité que me mimaras, ni que me vieras como una prioridad ni yo misma necesitaba verte como tal. Tampoco necesite que te convirtieras en lo más importante de mi vida y ni mucho menos que dependiera de ti mi sonrisa de cada día. Definitivamente nunca necesité nada de alguien como tú y ni mucho menos necesité pasar ocho meses de mi vida contigo. HASTA QUE TE CONOCÍ Y TE NECESITÉ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario